El DOLOR


La Búsqueda del placer y la evitación de dolor han sido tendencias muy arraigadas en animales y humanos. Sin embargo, este enfoque no ha conducido a la plena liberación y felicidad.
En relación a esta materia, comparto una charla dictada por Paul Lowe, un psicoterapeuta australiano con un profundo enfoque de la consciencia humana:

Algunos de ustedes pueden estar pensando que no quieren sentir dolor.
Tomémonos un momento para considerar esto. Cualquier cosa a la cual nos resistimos es dolorosa. El dolor es resistencia, es contracción. Es la vibración del “no”, del estar en contra. Cuando aceptamos algo, experimentaremos alegría. La alegría es aceptación y emana de la vibración del “sí”. La comodidad fluye cuando aceptamos. La incomodidad aparece cuando rechazamos. Es así de simple. Cuando aceptamos nuestra perturbación totalmente, ésta cambia y se transforma en otra cosa. Hemos desarrollado nuestra neurosis enfrentando nuestra vida, basándonos en el miedo a no sobrevivir. Desde esta creencia neurótica, cada uno de nosotros está diciendo: “Tiene que ser de esta manera, si no, no estaré bien. Tengo que ser tratado de cierta manera, visto de cierta manera o si no, me sentiré demasiado incómodo.” Esta es una actitud, no un hecho. Estamos demandando condiciones todo el tiempo. “Trátame de esta manera y estaré bien.” Pero si observas, tú nunca te sientes real y totalmente bien. Cuando operas desde este miedo y esta demanda, nunca estás profundamente satisfecho dentro de ti.
Cuando demandas que la existencia te trate tal cómo quieres ser tratado, en realidad es tu neurosis queriendo que las cosas sean a su manera. No eres tú. Te sugiero que te desconectes de tu neurosis y empieces a tomar responsabilidad por tu experiencia. Lo que sientes, es tuyo; no hay nadie a quien culpar. Si tienes rabia, esa es tu rabia. Alguien puede decir algo que te ofende y la persona sentada al lado tuyo no se molesta para nada por los comentarios. Lo que está siendo dicho, no es la fuente de tu angustia; tu incomodidad tiene que ver contigo y no tiene que ver con los otros. Cuando realmente te das cuenta de la profundidad de esto, estarás viviendo en un universo diferente- toda tu vida se transformará.
Tus reacciones no tienen nada que ver con otra gente. Tienen que ver contigo. Cuando no estás abierto, receptivo y permitiéndote lo que estás sintiendo, tiendes a reaccionar de modo inconsciente. Imagínate que alguien ha dicho algo peyorativo acerca del sexo opuesto y tú te enojas con esto.
Esto es acerca de ti mismo, no acerca de ellos; tú te has tomado algo personalmente. Por lo general, si tú te enojas, lo que ha sido dicho tiene alguna verdad para ti; normalmente no te perturbas cuando algo es falso por completo. Algo te ha tocado- pero tú quieres cambiar a la otra persona, quieres cambiar su opinión y su comportamiento, en vez de sentir lo que está ocurriendo contigo. Quieres cambiarlos para sentirte mejor.
Si realmente quieres que el cambio ocurra, necesitas experienciar de manera total lo que estás sintiendo en cada momento, necesitas estar presente con lo que está ocurriendo. No trates de cambiarlo, no trates de comprenderlo, no trates de trabajar sobre ello, no hagas terapia con ello. Simplemente siente lo que sientes. Hazte cargo de tu experiencia y cambiarás. El lugar dentro de ti que ha sido perturbado se equilibrará y se completará a sí mismo cuando lo permitas. Estamos desamparados. No hay nada que podamos hacer.
Estamos desamparados, pero no desesperanzados. Se convierte en algo desesperanzado en cuanto tratamos de cambiar algo y reconocemos que nada de lo que hacemos hace realmente una diferencia. Sin embargo, todo el tiempo estamos recibiendo ayuda. Estamos desamparados y siempre hay ayuda disponible, en cada momento. Cada pensamiento que tenemos, todo lo que ocurre en nuestras vidas, ofrece la posibilidad de apoyo.
Tu mente y la neurosis que en ella se origina, trabajan en la dualidad. Están constantemente clasificando lo que es confortable y lo que no lo es, lo que aceptarás y lo que rechazarás. Tu neurosis continúa diseñando tu vida por ti.
La neurosis, no obstante, no sabe lo que tú necesitas. Sólo sabe lo que ella quiere. Filtra cualquier cosa que no quiere, lo que es usualmente exactamente lo que necesitas. Si te molestas cuando alguien dice algo, en general necesitas escuchar eso, porque no estás claro o balanceado en esa área, y el malestar te puede alertar acerca de ello. Mira cuán seguido evitas la vida tal cual es, cuán seguido dices, “Quiero que sea diferente.” Cuando haces eso, estás demandando que la vida te trate de otra manera y esta demanda crea tu dolor.
Imaginémonos algunos ejemplos. Tu pareja te dice que se siente atraído por otra persona. Fase dos, ella va a pasar tiempo con esta otra persona. Fase tres, ella no va volver contigo. Fase cuatro, te empieza a decir todas las cosas que se ha guardado por los últimos diecisiete años que ha convivido contigo. Los sentimientos que probablemente vas a tener podrían ser llamados dolor e incomodidad, pero yo te estoy sugiriendo que son resistencia. No estás aceptando lo que es, y eso crea tu angustia. Te invito a que aceptes como hipótesis, que la existencia está siempre dándote lo que necesitas, en cada momento, para apoyar tu expansión. Pero porque nosotros le ponemos condiciones a la vida, es muy probable que no experimentemos todas estas oportunidades para volvernos más despiertos.
Tratamos de controlar a los otros, mandando mensajes de distintas maneras acerca de lo que a la gente le está permitido decirnos y no decirnos. Estamos viviendo en una existencia que nos nutre y nos apoya para movernos hacia las áreas en las que no estamos completos o en las cuales estamos fuera de balance- con el objeto de liberarnos. Y, sin embargo, seguimos resistiéndonos a esas situaciones. Persistimos en permitir que la neurosis escoja lo que nosotros creemos que nos hará sentir cómodos, a pesar de que en último término, igual no nos sentimos satisfechos en nuestras vidas.
La alternativa es reconocer que, en cualquier momento, esto es lo que nos está ocurriendo; podemos escoger estar con ello, y estar con lo que nosotros sentimos acerca de ello. No podemos hacer nada o controlar nada. Tan sólo podemos responder a este instante. La existencia continuamente nos manda lo que necesitamos. Todo lo necesario es estar aquí totalmente y nos moveremos hacia nuestro balance. La mayoría de nosotros está buscando por grandes saltos. Estamos esperando flashes de luz y signos de neón. No ocurre de esa manera. La posibilidad de despertar, de equilibrarnos, de sentirnos plenos, está aquí en cada momento. Lo que sea que nosotros pensemos, lo que sea que nosotros sintamos, lo que sea que nosotros hagamos, estamos obteniendo exactamente lo que necesitamos. Cuando nos hacemos a nosotros mismos disponibles a este instante, cuando vivimos en la vibración del “sí”, cada momento nos moverá hacia la libertad.
Vivir en el presente, para la mayoría de la gente, no es suficiente. No es lo suficientemente excitante; es demasiado vacío. No es lo suficientemente entretenido. Nuestros sentidos se han insensibilizado y ya no somos sensibles.
Cuando miramos una flor, realmente no la vemos. No escuchamos lo pájaros, no vemos la belleza. Nos hemos desensibilizado a nosotros mismos a tal extremo, que este momento parece aburrido. A medida que nos hacemos más conscientes, también nos hacemos más sensibles y más vivos y cada instante se vuelve algo más y más pleno. No se siente necesario ir al pasado, exigir que las cosas sean a nuestra manera o usar nuestra voluntad para que las cosas ocurran. No se siente necesario buscar o crear excitación. Simplemente empezamos a vivir cada momento como viene, incluso si se siente incómodo”.

Deja de estas palabras sean digeridas. Si quieres saber más de Paul, aquí está un enlace para su sitio web:
https://www.paullowe.org/




No hay comentarios:

Publicar un comentario